1 de junio de 2010

Bazbaz, el genio

Noticutre / Desde un lugar donde sólo hay hamacas. Se trata de una figura polémica e incomprendida que soportó la presión de estar en el ojo del huracán, de las críticas en los medios y de la opinión pública, pero que a pesar de su aplomo y entereza, sencillamente no pudo contra el poder. “El gran poder que intenta dominar al mundo”, dice.

¿De quién más podríamos hablar si no del ex procurador mexiquense Alberto Babaz Sacal? Él, con su astucia, mente fría y calculadora, y metodología científica a prueba de errores, asegura haber descubierto uno de los más obscuros y retorcidos planes que se cuecen en la sombra, y ahora lo revela, por primera vez y en entrevista exclusiva para Cosas Triviales, en espera de que su voz sea escuchada y de que su genialidad sea reconocida por el bien de la humanidad entera.

Nosotros no buscamos la entrevista; Bazbaz mismo nos cito muy temprano para mostrarnos los resultados de su trabajo, guardado celosamente en un domicilio secreto localizado en la esquina de Niño de Jesús y San Buenaventura, en Tlalpan, Ciudad de México.

Al momento del encuentro se le veía notablemente nervioso; de cualquier forma iniciamos los cuestionamientos, no bien bajábamos del vehículo en el que llegamos al lugar (si es usted una persona muy sensible, le recomendamos no seguir leyendo este texto, ya que podría herir susceptibiliades, que les llaman :B).

—Señor Bazbaz que chutas, nos encontramos ante la vieja pregunta: ¿Qué hora es...?
—Son las 4:15 de la mañana.
—No, quisimos decir que qué maldita hora es ésta para citarnos a una entrevista.
—Por eso, son las 4:15, ahora 4:16 am.
—Era metáfora ¬¬
—Ah, ya. Lo siento, pero la verdad debe ser revelada.
—¿Y cuál es la verdad, si es que existe tal cosa?
—Que el caso de Paulette ha puesto en evidencia una conflagración oculta que pone en peligro el futuro de la humanidad.
—Ajá...

Ya al interior del edificio pasamos a una habitación acojinada. Bazbaz tomó rápidamente un bate de beisbol autografiado por los Olmecas de Tabasco del ‘93, y comenzó a golpear el colchón que había sobre la cama. Recuperando el aliento, dijo con mirada vigilante:

—Ya no podemos dormir en paz. Pero los he descubierto, y sé qué planes tienen.
—¿Qué plan, quiénes?
—No se asusten, pero es muy probable que eso que ven ahí —dijo con los ojos desorbitados, señalando el colchón aporreado— no sea un objeto común y corriente. Eso podría ser una entidad biomecánica creada por extraterrestres que quieren dominar al mundo, y que se han aliado con los gobiernos mundiales. Mis investigaciones científicas avalan lo que digo.
—Sí, seguro; ¿de cuál semillona fuma?
—¿Ah, no me creen? —dijo con aspecto enfermizo y gesto indignado—, pues déjenme decirles que estos seres son de una complejidad tal, que al dormir emiten ondas hipnóticas para que no sospechemos de su plan. Además nos ordeñan los recuerdos, el registro de nuestras actividades cotidianas, y nuestras ideas y emociones. Saben dónde ponemos el pie a cada paso y nos dejan exhaustos para que no tengamos fuerza para pensar ni para rebelarnos, y sólo pasemos el tiempo sentados como vegetales, viendo la televisión.
—Cremos que ha leído demasiado a Quiroga, don, y además conocemos a muchos teleadictos que más que vegetales, parecen animales...
—¡No importa, animales, vegetales o piedras! A grandes rasgos ése es su plan. Nos dominan lentamente mientras dormimos, pero los he descubierto y ahora se abre ante nosotros una posibilidad: tenemos la alternativa de luchar contra el gran poder que pretende dominar al mundo.
—Claro. Ahora ha quedado resuelto que por su peligrosidad para arruinar la rebelión de los colchones, la primera víctima mortal fue una niña minusválida de 4 años. Es obvio, ¿no?
—¿Paulette? Fue lo de menos —refunfuñó mientras daba un par de golpes más al colchón y lo escupía con rabia—; total, una niña ñoña más, una niña ñoña menos en el mundo. Pudo ser cualquiera de nosotros, pero fue un error.
—¿Ah, sí? Lo mismo piensa Peña Nieto en estos momentos por considerarlo para formar parte de su gabinete, suponemos.
—Peña Nieto tampoco importa... ¡No, sí importa!, porque está de lado de ellos, y ellos —dijo señalando primero al colchón y luego al cielo—, los extraterrestres, que son apoyados por los gobiernos del mundo y las sociedades secretas. Por eso Peña Nieto me amenazó y me hizo renunciar, porque sabía que estaba tras la pista correcta.

Inició un silencio confuso, incrédulo e incómodo que Bazbaz que chutas aprovechó para dar un salto e ir por una libreta, donde buscó afanosamente algún apunte entre sus hojas.

—Déjenme decirles que lo de Paulette no es ni la primera ni la última vez en que se equivocan estos entes en forma de colchón: han atacado a más gente. Lo que pasa es que estos seres biomecánicos tienen algunos errores, pues los extraterrestres los dotaron de genes animales y eso les hace reaccionar violentamente cuando se sienten ofendidos.
—Eso significa que hay que tener cuidado hasta de no babear mientras dormimos, ¿es correcto?
—¡Es correcto! Ya nos vamos entendiendo —masculló sin haber entendido el sarcasmo, a la vez de que empezó a celebrar por encontrar en las hojas el apunte que buscaba—; verán, aquí tengo una relación de los errores en que ha incurrido los colchones.
—Venga, asómbrenos.
—¿Sabían ustedes que lo último que hizo el Jefe Diego antes de desaparecer fue recostarse y tirarse un pedo en un colchón?
—Hombre, enigma resuelto.
—¿Y que Gustavo Cerati festejó el final de su exitosa gira brincando en un colchón y dejando caer por error una copa de vino?
—No somos creyentes, pero seguro que pensamos: ¡válgame Dios!
—Y hay más... Los santísimos padres de la Iglesia Católica son seres intachables, hombres rectos y de bien dedicados al prójimo. Pues bien, los colchones los han programado para transformar su amor en lascivia, la cual enfocan hacia los niños y otras personas inocentes.

La entrevista terminó en ese momento, no sin que pensáramos por un momento que quizá el colchón de Bazbaz sí desencadena problemas mentales y lo ha vuelto lelo (aunque todo lo podría explicar un simple resorte salido). Total, que ya había amanecido desde hacía unas horas, y sólo pudimos tomarle esta foto frente al hospital psiquiátrico Fray Bernardino, lugar donde sige realizando sus investigaciones, antes de que un par de amables enfermeros lo llevaran de vuelta a su interior.

Por cierto, ya no supimos si en verdad ése era el ex procurador Bazbaz, o un simple imitador; en todo caso, se le veía más cuerdo que en cualquier rueda de prensa.


Nota: Las pinturas de mujeres y colchones son de Darío Morales, y la entrevista fue realizada con ideas pajeras de sus seguros servidores, Chico Ché y Savihc, intercambiadas por mensajes de celular :B

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