3 de junio de 2010

El perdido

Noticutre / Desde un país en el que hasta los chamoys tienen miedo de que los secuestren. No se confundan, queridos lectores. Aquí en Cosas Triviales no nos andamos con succionadas de que “tomamos la decisión editorial” de que no vamos a hablar del caso del Jefe Diego, argumentando “respeto” a la familia y a la vida del cretino al que le gusta mamar puro. Eso se lo dejamos a medios poco profesionales que quieren justificar su falta de gónadas o la güeva que les da cubrir la nota.

Así que ahí les va la información más reciente y de primera mano sobre el caso del turbio e infumable Fernández de Cevallos, quien se encuentra en... eh... bueno, nos notifica el Cutrebot que no hay información nueva por parte de la Procu, que porque ellos tampoco quieren hablar del tema porque les da miedito. Bueno, ¿qué clase de nota quieren que hagamos entonces? ¿Pa' que tanta faroleada del avión con radar, con gasto al erario, y ahora salen conque no van a informar? Ni pex; creo que sólo podremos presentarles un aburrido refrito sobre las teorías de moda:

  • Dicen que al Jefe Diego lo agarraron unos narcos para hacer cambalache con él por estampitas del álbum Panini o, en su defecto, para intercambiarlo por uno de los suyos capturado por el ejército recientemente. También dicen que lo tienen por soplón o por ajustes de cuentas.
  • Dicen que el Jefe Diego fue abducido por extraterrestres para someterlo a estudios, pero lo soltaron en el cráter del nevado de Toluca cuando los alienígenas encontraron otros seres más carismáticos, inteligentes e interesantes para su investigación: los teporingos.
  • Dicen que al Jefe Diego nos lo hemos estado comiendo en taquitos de suadero, cabeza y al pastor, luego de que lo descuartizaron y lo repartieron en diversos puestos del país. Ojo: si en algún taco te toca un pedazo de carne muy correosa o grasienta y de pésimo sabor, no lo tires: puede ser una prueba. Otras versiones dicen que intentaron hacerlo jamón, pero salió queso de puerco.
  • Dicen que el jefe Diego se suicidó de dos balazos en el pecho.
  • Dicen que el Jefe Diego se sometió a una liposucción, pero la intervención tuvo complicaciones. Entonces lo criogenizaron y ahora descansa en un banco subterráneo de cuerpos congelados, a lado de Luis Miguel, de Walt Disney, de las nalgas de Alejandra Guzmán y del cerebro de Bono Vox, en espera de que la Ciencia progrese lo suficiente como para lograr su curación.
  • Dicen que al Jefe Diego ya se lo pozolearon a fuego lento en uno de esos hospitalarios tambitos con sosa cáustica. La masa viscosa resultante todavía vocifera, en un llano del rumbo de la Ahuizotla, a favor de un fallo para quemar boletas electorales.
  • Dicen que el Jefe Diego ha estado todo este tiempo de huésped del ejército, y que lo van a soltar después del mundial, cuando acabe su misión como asesor secreto del Vasco Aguirre (de hecho, se especula que Fernández de Cevallos dio la lista definitiva de los 23 jugadores y él recortó al Jona). Llegado el momento de liberarlo, y para matar dos pájaros de un tiro, se hará un gran show mediático para decir a grito pelón que el Gobierno lo encontró, para mostrar que el país es seguro, que podemos estar tranquilos, y que no importa que el Tritánic no haya alcanzado siquiera el quinto juego.
  • Dicen que el Jefe Diego fue arrollado accidentalmente por Celia Lora, luego de que se fueron de peda.
  • Dicen que el cuerpo del Jefe Diego ha estado todo este tiempo bajo el colchón, y que su muerte fue completamente accidental (Bazbaz dixit).
  • Dicen que al Jefe Diego pudo ser plagiado por un grupo de mafiosos muy poderosos que quiere arruinar a México. Luego entonces, se ha pensado en la hipótesis del autosecuestro.
  • Dicen que el Jefe Diego se fue a Sudáfrica para hacerse millonario con los juegos del Tritánic, apostándole... en contra.
  • Dicen que el Jefe Diego fue secuestrado, perdón, raptado, por una bola de guerrilleros cábulas que tenían ganas de saltar a la fama, crear caos para desestabilizar a la nación y volverse ricos a costa nuestra. Desafortunadamente se dieron cuenta de que llegaron tarde, porque ese objetivo ya fue alcanzado por los partidos políticos. Ahora los secuestradores no saben qué hacer con el fulano en cuestión, porque mamón y payaso como lo ven, es de buen diente.
  • Dicen que el Jefe Diego nunca existió, y que todo el tiempo vivimos engañados por una imagen holográfica y la voz de un actor de doblaje que se quedó sin empleo y que se fue de mojado a trabajar a Arizona. Se dice que el susodicho actor de doblaje de nuevo está desempleado por problemas que se le presentaron por allá con una nueva ley.
En fin, que así podríamos seguir durante horas, días, meses y... ¡¡Momento!! ¡¡Apareció, ya apareció!! ¡¡La nación está en paz!! ¡¡Salió sano y salvo de este lío gracias a su astucia, su gallardía, su simpatía, su fuerza!! ¡¡México, creo en ti!!

Eh... momento. No se confundan, queridos lectores. Quien apareció no fue el tal Fernández de Cevallos (que la verdad nos vale madres, nomás que necesitábamos hacer una nota para tener algo qué publicar), sino que apareció Lucas, el perro de la hermana de Manuelito/Chico Che/Teotlachco. Ahora sí, ¡¡gracias a la vida!! :B

Perdón para quienes se enteran hasta ahora de que Lucas estaba desaparecido, pero fue “para no entorpecer las investigaciones”. Así somos de profesionales :B

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