Para eso queríamos la independencia

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Noticutre / detrás del Palacio Nacional. Les queremos presumir que nuestro departamento de Investigaciones Históricas, Sociológicas y Psicotrópicas se puso a chambear horas extras y ha elaborado un trabajo especial con motivo de esta fecha que todos tenemos en mente en el exPaís del Cuerno de la Abundancia: el aniversario del prócer nacional Vicente Nario :B

Damitas y caballeros, no hay plazo que no se cumpla (salvo los 15 minutos en que se arreglaría lo del relajito en Chiapas, pero esa debe ser la excepción que confirma la regla :B), así que llegó el momento de conmemorar el INICIO de la lucha por la Independencia (misma que a ver qué día acaba), encabezada por el Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo y Costilla, quien llamó al pueblo de México a pintarle eggs a los españoles.


En fin, les dejamos estas bonitas reflexiones para este día tan especial, tan nuestro y tan mexicano, en torno a la pregunta: ¿Para qué queríamos la Independencia?

• Para que escuches alegremente en tu fiesta mexicana nuestra música, la música de mariachi, la música ranchera, en voz de Pedrito Infante o Chente Fernández y su Potrillo, mismos que están firmados por compañías discográficas transnacionales.
• Para que cultives tu mexicanidad y tu cultura viendo las novelas del canal 2, las luchas de la WWE, los programas de farándula de TV Azteca, los partidos aburridísimos del Tritánic o las películas de Pixar y Dreamworks. Mejor eso que leer un buen libro, ¿no?
• Para que te sientas orgulloso de la soberanía y fortaleza económica que nos otorga Pemex, aunque la gasolina se tenga que refinar en el extranjero y se la devuelvas al cielo de la Suave Patria como smog que sale de tu auto General Motors, Nissan, Renault, Ford, Seat o Volkswagen.
• Para que puedas poner en tu casa u ondear libremente en la plaza tu banderita tricolor hecha en China.
• Para que cotices tu salario, préstamos, ahorros y demás en una moneda casi en desuso: el peso, en el que ya no creen ni los empresarios de este país (sus fortunas las cotizan en dólares o euros, y seguramente están bien resguardadas en algún banco suizo).
• Para que le enseñes a tus hijos que la palabra “indio” es peyorativa, y que deben sentirse halagados cuando alguien les diga “güerita” o “güerito”.
• Para que compres todo para tu cena mexicana en Wal-Mart.
• Para que tus ahorros, fondo para el retiro y préstamos los tengas o los tramites en bancos que todos salvamos de la ruina, que luego fueron privatizados, vendidos a grupos extranjeros, y que en la siguiente crisis fuerte tendremos que volver a salvar.
• Para que hables y escribas horriblemente mal el español, y a la vez critiques a quienes osen pronunciar mal alguna palabra el inglés, porque muestran su incultura y no están in (aunque por alguna extraña y afortunada razón, todo mundo le sigue llamando eme-pe-tres a los archivos mp3 :B).
• Para que este 15 de septiembre te eches unas tostaditas o un pozolito con maíz transgénico.
• Para que veas la ceremonia del grito en tu televisión Sony, Samsung, Panasonic o LG, y captures los momentos inolvidables de la noche en tu cámara digital Canon, Kodak, Minolta, Nikon, Olympus o de marca china.
• Para que cada vez que hables de lo modeurno te pongas a hablar como gringou.
• Para que en tu cena mexicana te la pases tomando Coca-Cola o Pepsi y te empedes con Torres, tequila Sauza (casa Domecq) o cerveza Corona (que ya no es mexicana, pero eso a quién chingaos le importa).
• Para que seas parte de una guerra contra la ridícula minoría del crimen organizado, siendo que el chaparrito ebrio que chambea en Los Pinos nunca te preguntó si querías y nunca incluyó tal ridiculez en sus ya de por sí ridículas promesas de campaña.
• Para que trates de ocultar tu carga genética… perdón, para que trates de quitarte “lo nagual” y “lo nopal” con ropa de Zara, Sebo, Levi’s y tenis Converse (o cualquier copia pirata china de esas u otras marcas mamucas), y en el colmo de la desvergüenza termines pintándote el cabello con algún tinte Wella, L’Oreal o Garnier.
• Para que asistas al cursi y patriotero festival de la primaria a ver un agüevante “baile típico” con tus hijos o sobrinos o hermanitos, los mismos en que tu familia invierte una buena lana en uniformes, cuadernos, colegiaturas y material didáctico (a veces hasta camión de transporte), y a pesar de ello truenan como ejotes en la prueba Enlace de Historia.
• Para que te sientas orgulloso de nuestro glorioso pasado prehispánico, de las pirámides y los conocimientos de aztecas y mayas, pero le hagas el fuchi a los indígenas que se te acercan a venderte “esos juguetes feítos de artesanía que ni marca tienen”.
• Para que pongas a engordar soberanamente a tus hijos con frituras de Sabritas, chocolates de Nestlé, hamburguesas de McDonalds y helados de Unilever.
• Para que le den en la madre a las reservas ecológicas, construyan centros hoteleros con capital extranjero a los que nunca irás por lo caro que te cobran hasta el aire, pero te sientas satisfecho porque “se fomenta el turismo”.
• Para que bailes y cantes en esta fiesta bicentenaria al son de Paulina Rubio, Luis Miguel, Juan Gabriel y demás excretables pelmazos que viven en el extranjero o, de menos, se la pasan evadiendo impuestos.
• Para que puedas hacerte el desentendido de todo lo anterior, y más, viendo la tele, comiendo una pizza de Domino’s, fumándote un cigarrito Marlboro o Camel, y dejando de hacer todo lo que podrías hacer por mejorar este país.
  

Bien, pues pensamos que por todas estas razones, y muchas otras que se nos escapan, tenemos toda la razón del mundo para gritar alegremente en la noche: “¿Viva México?” xD

Tan, taraaán... tan, tan.