15 de octubre de 2010

La vida es una tómbola, tom, tom, tómbola

Noticutre / En algún lugar del desierto de Atacama. Será raro que alguien no sepa que los 33 mineros chilenos atrapados en la mina San José desde el pasado 5 de agosto fueron rescatados, sanos y salvos, pues la maniobra tuvo un seguimiento mediático como pocas veces y la gente estaba tan prendida del televisor que hasta parecía final de reáliti chou.

Como sea, ahora hay que dar vuelta a la hoja y pasar de esta historia con final feliz a las porquerías de todos los días. Ni pex u_u

Más rápidos que un eyaculador precoz
Y ya que andamos en esa sintonía, ha sido inevitable que lo ocurrido en Chile le echara más sal a una vieja herida de la Suave Patria: el caso de Pasta de Conchos, Coahuila, donde 65 trabajadores perdieron la vida en febrero de 2006. A raíz de esto, el brillante y ágil Senado de la República mostró que no se anda con mamadas, y se pronunció decidida y enérgicamente por el rescate inmediato de los restos de los mineros, según reporta el portal NTRzacatecas.com. Hombre, más rapidez y oportunismo, imposible...

Pero hay que ser optimistas. Quizás en unos 10 o 20 años se incendie una guardería en Uruguay o Argentina, y mueran decenas de niños a causa de la negligencia de los dueños y las autoridades. Entonces, quizás esto haga que se inicie una profunda investigación que tal vez ganen los padres de los chicos fallecidos, y en consecuencia esto obligará a enjuiciar a los responsables, aplicando la ley como se debe. Ahí viene lo bueno: una vez que se enteren del resultado, nuestros senadores dirán que es momento de esclarecer lo de la Guardería ABC, e iniciarán las pesquisas correspondientes. Bien.


¿Cuánto vale tu vida?
Un reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ante el Senado señala que un grupo de patrióticos y entregados militares dispararon contra una amenazante familia y mataron a 2 personas. Ni modo, el fuego amigo. El hecho por sí mismo es lamentable, pero La Jornada añade algo más que vale la pena rescatar:

“La Sedena precisa que ‘por concepto de indemnización y reparación del daño, se pagó a los deudos de las personas fallecidas la cantidad de 167 mil 783.20 pesos, por cada una, haciendo un total de 335 mil 566.40 pesos’.” Sip, leíste bien: 167 mil 783 pesitos y 20 centavitos: eso vale tu vida si te mata uno de los soldaditos bajo las órdenes del beodo de Los Pinos.

¿Te parece poquito? Pues es una muestra más de que hasta entre los perros hay clases. En esta semana también se dio la noticia de que por fin se pagó el rescate del Jefe Diego, y que para nuestra desgracia, reporta la agencia ANSA en su sitio güeb, el viejo mamón volverá a las andadas en unos 40 días, maumenos. Lo asombroso del asunto es que, para rescatar a este pelmazo, se han tenido que desembolsar 20 millones de dólares (alrededor de 250 millones de devaluados pesitos mexicanos, según el convertidor de divisas de Google). Como que hay una sutil diferencia entre una suma y la otra, ¿no?


La democracia es así...
Salinas volvió con todo. El nuevo señor trivialité y choumán de la democracia mexicana vino a darse una vuelta entre los mortales para aposentar sus nalgas en el Instituto Federal Electoral, es decir, el mismo que creó durante su mandato para limpiar su imagen, luego de que una fortuita caída de sistema de cómputo lo hizo presidente de este desafortunado país.

En realidad, el fulano hizo poca cosa en esta ocasión: tiró rostro, halagó a la democracia y a la alternancia, y bla, bla, bla. Choro mareador. No obstante, algunos anal-istas especuleros han empezado a picar crestas diciendo que esto pondrá a prueba la memoria histórica del país del cuerno de la abundancia, pues las insistentes presentaciones del expresidente que tuvo la amabilidad de endrogarnos a todos mientras volvía millonarios a sus cuates y familiares (aunque a otros también los eliminó...) no se puede quedar así nomás.

En lo personal, mi conclusión es más simple, triste y cutre: los mexicanos recordamos el hecho y nos encabronamos de lo lindo por su presencia, pero sólo reaccionaremos alzando los hombros, o encendiendo la tele, o haciendo chistes para medio desahogarnos, o mentándole la madre por lo bajo, pero sin hacer nada en realidad. Aguantar y ya. Ni pedo, así es esto de vivir en la ideología Nosotros los Probes, patentada por televisa. Eggs a eso.


99 globos rojos
Y para no terminar tan amargos, les comento una nota que no es precisamente graciosa, sino lela y bastane agüevante, pero útil para el desempance. Resulta que una bola de yankis yonkis se dieron un pasón colectivo y, alarmados, llamaron a la policía de Nueva York y medios informativos para reportar un avistamiento masivo de ovnis sobre la isla de Manhattan.

Dicen que Jaime Maussan estaba lamiéndose los bigotes porque una buena toma del fenómeno le daría material como para 2 programas especiales y un ciclo completo de conferencias por todo el país, pero la desilusión fue grande cuando, a pesar del entusiasta apoyo de los ufólogos de la región, se descubrió que eran viles y vulgares globos de helio que se utilizaron para la celebración del centenario de la Gran Vía madrileña en Nueva York, según reporta El Universal. Una gallegada, pues.

“Fue lo más espléndido que he visto en mi vida; yo ya estaba medio esperando que los aliens bajaran y se presentaran ante nosotros”, dijo un pinche mariguana de nombre Tim Powell, seguramente a medios chiles o en pleno viaje.

0 opiniones: