Noticutre / En alguna población gringa de extrañas costumbres. Cada primer martes de febrero, en el pueblo de Punxsutawney, oeste de Pensilvania, los lugareños están al pendiente de que un animalito, la marmota Phil, salga de su madriguera y haga una predicción sobre la duración del invierno.
El asunto es tan simple como pacheco: Si en este día el meteorólogo roedor sale de su madriguera y observa su sombra, significa que habrá otras seis semanas de invierno. En cambio, cuando la marmota no ve su sombra, significa que se aproxima una primavera anticipada. Al menos este 2010 parece que habrá seis semanas más de invierno.
La tradición data de 1887, aunque claro, debemos aclarar que se ha tenido que cambiar en varias ocasiones de marmota y de dueño, por razones por demás obvias que tienen que ver con los ciclos vitales de las criaturas terrestres :B, y bueno, sirva como breviario cultural decir que al parecer este hábito procede de uno similar que practicaban los granjeros alemanes, sólo que con tejones.
Los cables informativos nos dicen que a la marmota Phil le han surgido competidoras en la predicción del fin del invierno, como sus paisanas Octorara Orhpie, Sammi II y Mel, pero nuestros sagaces reporteros han descubierto que también tiene competencia en nuestro México lindo y querido, aunque con cierto toque particular.
Por un lado está la xoloizcuintle Jovita, de la cual se dice que predecirá el año en que se le quite lo pendejo, mamón, altanero y güevón a los políticos mexicanos. Esto sucederá, supuestamente, si el Día de la Candelaria (como hoy, 2 de febrero) se llenase súbitamente de pelo abundante y ladra más de dos horas seguidas. Por desgracia, ni una ni la otra cosa han pasado, y no hay indicios de que la tendencia cambie en lo que queda del día.
Otro caso es el del ajolote Pancho, quien vaticinaría el día que concluiría la violencia, las crisis económicas y el rezago educativo. Se suponía que la señal sería que el anfibio maduraría hasta convertirse en salamandra y daría así una vuelta por los canales de Xochimilco, pero desgraciadamente la contaminación acabó con el hábitat del bicho y, dicen fuentes cercanas, el animalito estaba tan desesperado y deprimido por lo que significaba permanecer en permanente estado larvario, que se suicidó arrojándose a una olla con mole hirviente. De plano, hoy lo degustan sus custodios, entre llanto, en forma de tamal.
En fin, que si gusta hacerle al orá-culo, puede practicar con su nutria. Escuche el sonido con que surge y luego cómo cae al agua. Luego vea su forma, textura y olor, y tal vez le revele algún signo de los tiempos por venir. Y pues... felices predicciones a todos :B
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