Noticutre / Desde un lugar donde se ven muy chulas las vacas con colitas de borrego. Con todo respeto, no es que nos importe mucho el caso Cabañas y el risible manejo de la investigación (hasta en Paraguay se han pitorreado), como cuando trataron de justificar la contradicción en las imágenes que se han publicado (qué curioso que aclararon la imagen y lo único que cambió de color fue la tela de la playera; no el cabello, ni la piel, ni el estampado de la mismísima playera...), pero como somos bien amargosos queremos hablar de esto para mandarle unos cariñosos eggs a televisa y su manejo cutre de la información.
Queremos mencionar que lo que era una sospecha obvia para muchos, sí es una de las líneas de investigación sobre este publicitado atentado, el cual ha opacado a las 115 ejecuciones ocurridas en enero (masacre en Ciudad Juárez incluida). Nada que ver con líos de faldas o futbol, sino con drogas.
En efecto, uno de los aspectos de los que menos se habla (qué raro, teniendo la afamada televisora tantos reporteros y tanta tecnología…) es que Cabañas le debía unos centavitos a su distribuidor de confianza, o a su gente.
Según una nota publicada a finales de enero por el diario La Opinión, que se imprime en Los Ángeles para la comunidad hispana, la deuda “era tan significativa para los narcomenudistas ‘de lujo’, que no perdonaron el cobro a pesar de que el vendedor con quien el futbolista supuestamente tenía tratos directos ya había muerto. La conjetura apunta a que los socios del difunto —caído en alguna escaramuza de narcotraficantes— ya estaban hartos de que el famoso delantero paraguayo, de 29 años, se negara a pagar”.
Prosigue el diario angelino: “La información, revelada por una fuente de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) que pidió anonimato, es una de las líneas de investigación que reservan las autoridades ante las posibles afectaciones pudiera traer un lío de narcos a la imagen del equipo, a sus dueños (Televisa), al fútbol mexicano y a la afición”.
Ejem... ¿Y a la afición por qué? ¿La droga se la vendía a la barra o qué pex? o_O
Bueno, ya para acabar con el chisme, el siguiente comentario mamón del rotativo: “Se presume que el campeón no calculó las consecuencias de sus bravuconadas porque estaba en otra cancha: en los terrenos de juego de uno de los tentáculos del cártel de los Beltrán Leyva, de las seis organizaciones criminales que controlan el trasiego de droga en México. Según los informes recopilados por la PGJDF, J. J. Balderas trabajaría para Gerardo González Benavides o Abraham Esparza Plancarte, alias Tony la Mentira o La Bitch, primo hermano de Edgar Valdés Villarreal, La Barbie.
“De origen texano, Valdés es uno de los hombres más buscados por la DEA y líder del grupo de sicarios Los Negros (al servicio de Los Beltrán Leyva) que aterroriza a por lo menos 18 estados del país entre descuartizados, balaceras y venganzas contra sus archirivales Los Zetas, gatilleros del cartel del Golfo. Pero J. J. estaría más bien dedicado a lavar dinero y a distribuir droga en diversos bares y discotecas del Estado de México y el Distrito Federal, entre ellos, el bar Bar”.
¿Será? Bueno, a ver si se animan a hablar más de esto en la tele. Abur.
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