Estaba de nuevo revisando La Jornada y he descubierto con sorpresa que volvieron a sacar una de esas bonitas notas que podrían amargar nuestra plácida existencia en un país tan bonito, tan hospitalario y tan a todo dar como nuestro México (¿nuestro?).
Resulta que el narco gana anualmente 40 mil millones de dólares en México, lo que representa el doble de lo que ingresa al país por remesas. La información surgió durante “la Conferencia de las Américas, organizada por el Banco Mundial, el estado de Florida y la Universidad Internacional de Florida”, y el soplón fue David Robillard, “presidente de Kroll, una de las empresas privadas de seguridad e inteligencia más importantes del mundo”.
El gringo amargado dijo también, en resumen, que son tantos los intere$e$ involucrados y tal le manera en que los narcos se han enraizado en la Gran Familia Mexicana, que mejor es que nos vayamos haciendo a la idea de que la violencia no terminará en el corto plazo.
Prácticos, creativos y jocosos como dicen en televisa que somos los mexicanos, tenemos la alternativa de aprovechar esta coyuntura. Haciendo una proposición más modesta que la de Jonathan Swift, nuestra idea es que de plano cada quien se ponga a sembrar mota en su casa o depto.
Ni el gobierno ni la iglesia hacen nada al respecto del problema; al contrario, nos ponen el ejemplo al aliarse con los narcos más fifís del momento. Pero como todo lo pretenden resolver de manera bipolar (a la vez participando del negocio y dando sermones y madrazos en contra de él), pos no se llegan a nada, más que a picar crestas y desatar la violencia.
Volviendo a la idea: si cada mexicano aprovecha un espacio que le quede libre en la zotehuela, la sala o el armario (tener una casa del infiernavit no es impedimento), podremos participar de esta importante derrama económica, o bien, darnos un ahorrito con la ventaja de saber que lo que se fuma es de calidad, y no cualquier yerbajo lleno de coquitos, rebajado con perejil u orégano, y abonado con vaya usted a saber qué porquería de fertilizante artificial o caca amebosa.
Los muy macizos, además, se ahorrarían el riesgo de tener que salir de casa hacia zonas peligrosas para surtirse del enervante; los abuelitos podrían inculcar en sus nietos la paciencia y el amor a la naturaleza, enseñándoles a regar las plantitas y sacarlas al sol; ellos mismos, además de la terapia ocupacional, tendrían un remedio natural (si es natural no es nocivo y es bueno, dicen los naturistas y los newageros) contra la reumita.
El pex es que si todos adoptamos esta costumbre y lo que perseguimos no es el autoconsumo, sino convertirnos en provedores, el exceso de producción puede reducir los costos y, por obra y gracia de la mano invisible smithiana que regula al libre mercado y que libremente nos ha pegado una madriza en los últimos años, nos arruinaría la genial idea. (Otro problema es que lo delaten a uno, con tal de no hacerle mosca al negocio del vecino, pero ahí no hay remedio; sabemos que las relaciones vecinales, por default, son un pedo. Saco...)
Pero de nuevo seamos positivos. Aún en caso de que la sobreproducción le dé en la madre al mercado de mota, le haríamos un bien al país del Cuerno de la Abundancia, pues el tráfico de estupefacientes dejaría de ser negocio y los narcos tendrían que buscar otro bissne más rentable, como dedicarse al tráfico de órganos o a la trata de personas, aunque bueno, eso ya será problema exclusivamente de ellos.
Total, nadie se escandalice por lo aquí escrito, ya sabemos que es sólo una cosa trivial y sarcástica. Y vamos, la idea no es nueva. Desde que navego en Interné, allá por 1996, siempre me he encontrado páginas, listas de correo, foros o blogs con consejos y tips para sembrar mariguana. Saludos a las buenas conciencias, y buenos porros.
2 opiniones:
Esas caritas parecen de niño bobo, pero realmente están cargadas con mariguana :B:B:B:B
Son como las estrellitas de LSD, pero virtuales :B x 9999.9
Publicar un comentario