Noticutre desde el país de ridículas minorías 18 abril 2010. Parece que, a fin de cuentas, los que llevan las riendas en este país se están dando cuenta de que algo anda mal y quieren corregirlo… no, no hablamos del control al narco, la inseguridad o la pobreza, sino del jaraquiri que en el tema de salud nos hacemos varios mortales.
Por fin, estos señores de la autoridá se dieron cuenta de que, en México, los mexicanos y no mexicanos nos “autorrecetamos” cualquier medicamento ante el primer estornudo, y de que el botiquero de la farmacia, cuyos estudios no exigen un grado universitario, te los vende sin ton ni son.
Justo después de la campaña mediática que cierto canalcito de estrellas ha hecho con los medicamentos genéricos y la sustancia activa (que dicho sea de paso, tanto criticaban sus infomercialaboratorios con la finalidad de destronar a don Simi), y que tanto nos había ilusionado con eso de que encontraríamos medicamentos hasta un 70% más baratos que los de patente, ahora resulta que hay una iniciativa que dice que no podremos comprarlos así namás por que sí.
Y es entendible. Hay que tomar en cuenta la gravedad del asunto; no sea que por “autorrecetarnos” un naproxeno nos dé un infarto, o que el Licenciado Rafael se tome un lomotil para la diarrea, y no se dé cuenta de que esa diarrea es parte de algo más grave, como un Sida, por ejemplo :B
A pesar de ello, y de que 500 años después de que nos conquistaron los españoles, las autoridades de salud apenas se dan cuenta de que “automedicarse es malo”, nosotros no seremos amargos y apoyaremos esa iniciativa. Pero ya que nos obligarán a una consulta médica hasta por un simple resfriado, nosotros les proponemos la regulación de otros productos, los cuales sólo podrían comercializarse cuando sean firmados y recomendados por un experto en la materia, por ejemplo:
1. Los libros de textos en primarias sólo podrían conseguirse mediante consulta con un sacerdote, el cual habría hecho la prueba de fuego, y así, daría fe de que, en efecto, estos libros no tienen el suficiente erotismo como para motivar a la pederastía… no se rían, que nuestro curita Felipe Arizmendi, ya tiene doctorado en el tema :B
2. El thíner, el resistol 5000 o el cemento sólo podría venderse si se lleva un recadito firmado por un maestro… sí, por un maestro albañil o carpintero, garantizando que en efecto el thíner lo quiere en bolsita de plástico para que no queme las manos, y que “el chalán” sólo tendrá un pasón de “cemento” si se le viene la casa encima en uno de tantos terremotos :B
3. La venta de cuchillos, sables, puñales (di no a la homofonía :B) y machetes capapuercos, sólo se podrá llevar a cabo en su miscelanea de confianza “La PAZ”, institución única que aplicará una evaluación para determinar que esas armas potenciales sólo servirán para degollar reses y ajos, y no humanos, declarando así la guerra en contra de tu peor enemigo que es “FECAL”… (Por cierto, para los que no sepan, “La PAZ”, es una organización cuyas siglas significa: “La Población Ama la Zeta” :B).
4. El licor sólo lo podrías comprar si llevas la receta de un Químico Farmacobiólogo, el cual te garantice que el grado de alcohol que soporte tu sangre no te hará ver ridículas minorías que cortan más cabezas humanas que de reses, ni ridículas minorías de inocentes asesinados :B
5. El Tabaco se te podría vender si llevas la firma de Jaime López, el Savihc, Joselo, Alex Lora o cualquier otro chilango decadente con la suficiente cantidad de esmog en los pulmones como para determinar qué tanto humo pueden soportar los tuyos, y qué tanto es lo permisible para venderte :B
6. El prozac… sí, ya sabemos que en teoría su venta requiere receta médica, pero éste debería ir autorizado también por un gastroenterólogo, quien se responsabilice de que lo utilizarás como un antidepresivo y no sólo para olvidar cómo desde tu rancho te cagaste a todo un país en tan sólo 6 años :B.
7. La coca cola, el bimbo y las sabritas sólo podrán ser vendidos previa consulta con un experto en descacharrización que nos garantice que sólo te comes esa madre con la finalidad de llenar de alguna mierda el estómago (o pa’ que la coca te suba la presión), y no para convertirte en el hombre más gordo del mundo y así cumplir el sueño de salir en un programa que Discovery Chanel te hará con el fin de que el morbo colectivo se haga réiting sin dejar de ser un “canal científico”. Adicionalmente podría solicitarse autorización de una psicóloga que diga que el sujeto no se cree un don nadie, y quiera aumentar de peso deliberadamente con la finalidad de salir en un reáliti para bajarlo de nuevo :B
8. Si quieres comprar una televisión, deberás llevar un certificado expedido por cualquier compañía de cable que garantice que, en algún canal, no importa que fuera el de tu rancho, saliste alguna vez, manquesea mandando saludos a tu jefecita, y que más de uno te hizo el comentario, haciéndote sentir más esponjao que un colchón bimbo, para así, garantizar que tu grado de idiotez es tan grande, que podrías soportar unas 27 pulgadas más de estupidización :B
En fin, como los “altísimos” andan bien iluminados, podríamos aprovechar y pasarnos horas y horas sugiriendo regular todas las malas costumbres de este bello país; sin embargo, a pesar de que la mitad del equipo de este blog ya se está recuperando de la gripe, pos mi hijo sigue llorando, así que hasta aquí le dejamos. Si quieren regular más cosas, pues namás es cosa de que los altísimos le echen un poco más de coco… aunque creo que es más fácil que pasen otros 500 años :B
1 opiniones:
se anda diciendo por ahí que desde atrás tiempo tú aguantas más de 27 pulgadas, y no se refieren a la pantalla de un televisor :B
Publicar un comentario