Noticulo / De nuevo desde el pachequísimo país que está dentro de Roma y elige a su mandamás con una bocanada de humo blanco. Con la velocidad de reacción que le caracteriza a su institución madre y apretándose un santísimo güevo para armarse del valor necesario, la orden de los Legionarios de Cristo reconoció por fin que su fundador, Marcial Maciel, era un cabroncito de cascos muy ligeros y pene tieso.
Y aún más. A través de un comunicado la orden ha expresado: “Pedimos a todos los que le acusaron en el pasado [al caliente Maciel] que nos perdonen; también a aquellos a los que no creímos o fuimos incapaces de escuchar, dado que en aquel momento no podíamos imaginar que tal comportamiento tuviera lugar”.
En otras palabras, los Legionarios se echan para atrás ante el insostenible hecho de seguir rompiendo el octavo mandamiento (“no dirás falso testimonio ni mentiras”) para encubrir las numerosas y poco religiosas ocasiones en que su difunto líder y fundador rompió el noveno mandamiento (“no consentirás pensamientos ni deseos impuros”). Un aplauso para estos chicos, que parece que ya se decidieron a ir al catecismo, aunque cabe decir que el Decálogo de la Iglesia Católica lo pudieron consultar desde mucho antes en interné :B
Un cable firmado por la agencia Reuters añade que la disculpa (a ver si también la indemnización) de los líderes de los Legionarios de Cristo es extensiva “a todos aquellos que se hayan visto afectados, heridos o escandalizados por las reprobables acciones de nuestro fundador”, y llega justo cuando la Iglesia Católica es blanco de varias denuncias por abuso sexual a menores de edad.
Añade la información de Roiters: “El sacerdote Maciel, quien murió en el 2008 a los 87 años, fue una figura de culto dentro de la orden y durante años contó con el favor del difunto Juan Pablo II pese a las acusaciones de que había abusado de seminaristas jóvenes.
“La orden comprobó posteriormente que había vivido una doble vida durante décadas (¡décadas, y apenas se dan cuenta! xD) y las revelaciones fueron un duro golpe moral a la orden sacerdotal y a su rama laica, Regnum Christi, que tiene decenas de miles de miembros (erectos, suponemos). Maciel, a la vez que dirigía una orden de sacerdotes que tomaba el voto del celibato, tenía una amante con la que tuvo al menos un hijo en México y quizás concibió otros dos hijos con otra mujer.”
Bueno, creemos que no está tan mal sacar a la luz el tema de las sacrosantas erecciones del padre Maciel, pero más importante sería hacer algo por los casos que ocurren ahora, con padres lujuriosos que siguen por ahí, felices de la vida y con el pito protegido por la pederástica iglesia católica, de la cual aprovechamos la mención para mandarle eggs. A ver qué sale de todo este desmadre.
1 opiniones:
Papa don't eggs :B
Publicar un comentario