22 de enero de 2010

Algo sobre Haití

Noticutre / Desde una isla en el Caribe. Desafortunadamente, entre apocalípticos, paranoicos, oportunistas y cursis, no hay mucho qué hacer para darle un giro sarcástico a esto. En fin, empezamos el año en Cosas Triviales (sí, hasta ahora) diciendo que la tragedia de Haití ha sido la excusa perfecta para hacer a un lado nuestras miserias por un momento. Nada como compadecerse de la desgracia de la nación más pobre del continente para olvidar, al menos en el caso de México:
  • Que tenemos un presidente inepto, rodeado de un gabinete inepto.
  • Que nuestra economía sigue y segurá estancada, hasta después del profético 2012.
  • Que siguen las ejecuciones de los narcos y la guerrita cutre del ejército contra el “crimen organizado” (y de la cual hasta el momento no sabemos cuánto noscuesta en términos de presupuesto).
  • Que se han registrado muertos en varios estados por la ola de frío.
  • Que la cuesta de enero es más costosa con el gasolinazo, los impuestos ojetes y los aumentos a productos y servicios.
  • Que en Guerrero tenemos al municipio más pobre de toda América Latina: Cochoapa El Grande.
Y no es que uno quiera cabulearse la buena voluntad de quienes desean ayudar a los haitianos, pero es que estos días se han prestado a ver cada cosa que bueno... empecemos por un par de reverendos hidepús, predicadores baratos que aprovechan el momento para mostrar la vigencia de sus hipótesis y, por qué no, gozar de un poco de fama.

El primero de ellos, Pat Robertson, es un fulano gringo del que quizá poco sabíamos. Hace no mucho escrbió un libro sobre una supuesta conflagración de illuminatis y masones para dominar el mundo y que, por supuesto, fue un fracaso en ventas. Lo que sí fue un éxito fue su reciente declaración (y esperemos que la última): “Bajo la ocupación colonial francesa, los haitianos juraron a Satán que se convertirían en sus siervos si les ayudaba a emanciparse. Por tan execrable ofensa, el Señor los maldijo y condenó a padecer por siempre infortunios y miserias”.

Por dios... Creo que, como dijimos al principio, no hay mucho qué añadir para darle un toque de humor negro, salvo que algo grave habrá hecho la humanidad, y muy culero al parecer, como para que el señor nos castigue con la presencia de Robertson y sus desafortunadas pendejadas...

Bien, pues el segundo reverendo del que hablaremos es el reverendo Bono. Tan reverendo cretino, junto con otras estrellas musicales del momento, paricipó este 22 de enero en un chou políticamente correcto y cursi, al más puro estilo teletón, quesque para recaudar fondos para Haití. El mojón más grande del mundo, como le llamaron atinadamente en South Park, tuvo seguramente un olvido desafortunado, pues no dijo nada de la ocupación militar que sus amados gringos están haciendo, pian pianito y bajo la orden del premio Nobel de la paz (¡!), en la isla caribeña. Qué cosas.

Pero a quien no se le olvidó aprovechar la coyuntura para mentársela a los yanquis fue al Sr. Hugo Chávez. Claramente asesorado por Maussán u otros desequilibrados mentales del tipo, tomó como referencia (hágame usted el favor) un texto que circulaba extraoficialmente por Internet a modo de spam, para asegurar, temerariamente, que los gringos habían provocado el terremoto en Haití.

La supuesta fuente de información fue un reporte de “La Flota del Norte de Rusia”, que al monitorear las actividades navales de los gringos (nostálgias de la Guerra Fría), llegó a la conclusión de que “los Estados Unidos han avanzado enormemente en el estado de sus armas de terremotos y ahora emplea dispositivos que usan una tecnología de Pulso, Plasma y Sónico Electromagnético Tesla junto con bombas de ondas de choque”. Una cosa de locos, pues...

En fin. Joyas como esas, y otras que seguramente no imaginábamos ver ni en el más bizarro de los sueños de Dalí y Buñuel (como ver a los ex presidentes gringos Clinton y Bush como carnalitos, agarrándose de las manitas para ayudar a los pobres negritos caídos en desgracia), se seguirán viendo. durante un buen rato.

Hagan el favor de ignorarlas, y si van a ayudar a los haitianos, háganlo de coraza y sin caer en esos extremos, por lo que más quieran...

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