A fin de cuentas, tanto las glorias como las miserias humanas no son más que cosas triviales para el universo.
29 de septiembre de 2009
¡Ay, Juanito!
Noticolcha / Iztapalapa-DeFectuoso, 29 de septiembre de 2009. Pos fíjensen que siempre no. La venta de listón tricolor se desplomó en todas las mercerías, los tianguis y hasta en Abarrotes "La Paz", según reportan cables de último minuto redactados diestramente por la abuela del Chico Che. Y es que Juanito, tan sanito que se veía, recordó repentinamente que andaba malito del corazón y tras hablar con su médico, el Dr. Marcelo Ebrard, tuvo un repentino cambio de decisión y decidió solito por sí mismo (¡ja!) que siempre no le gustó eso de la polaca. Adiós güeso.
Parece que la aventura que vivía y protagonizaba al mejor estilo telenovelero no llenó sus expectativas, tampoco el salario que quería cobrar al menos una quincena, y menos su camioneta durango y los trajes armani. Vamos, ni la fama, ni los saludos en la calle, ni codearse con hombres musculosos mientras presumía su corpulesencia, ni echarle una manita a un par de nerviosas edecarnes fueron suficientes para seducir a este hombre de ideales, principios y convicciones a prueba de todo (órales).
En fin, que como muchas otras cosas de las que pasan en este país cachilupis, algunas fuentes especuleras revelaron a esta redacción que el conflicto en Iztapalapa se resolvió de manera hasta jocosona, cuando Juanito le dijo a un encabronado carnal Marceliano que todo era una broma para ver si era verdad que los panchitos villas saldrían a marchar a las calles, o de perdida pa' ver si Clarita le daba el sí... Luego dicen que para relajar las cosas hasta se albureó al chif de gobierno, y que éste se rió después de que Mariagnita le explicó el doble sentido, aunque ni así acabó de entender el ídolo de Tláhuac apadrinado por El Peje.
En fin, que parece que Juanito volverá con el rabo entre las patas a su amada Iztapalapa para escuchar rolitas de Chente Fernández y Juanga en su aipos, comer camarones con salsa cápsum, tomarse una michelada mientras se rifa las películas de Sylvester Stallone o un partido del truzazul con voz de fondo de cristian mierdinolli, e incluso para soñar con su boda o con lo que pudo ser su aventura como jefe delegacional...
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2 opiniones:
Y quien dice que no voy a vender banditas? De todos modos, siempre hay jotitos como usté que compran cualquier pendejada :B
por cierto, ¿a cuánto la docena? :B
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